LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Y
LA TOMA DE DECISIONES
De 60 empresarios sumamente exitosos,
vinculados con empresas cuyas utilidades van
de dos a 400 millones de dólares, sólo
uno dijo que tomaba sus decisiones
comerciales basándose sólo en el método clásico
del árbol de decisiones, y aun él añadió
que tomaba la decisión final de manera
intuitiva. Los otros utilizaban sus
sentimientos para confirmar (o desmentir) el
análisis racional, o bien se dejaban guiar
por sus emociones al principio y,
posteriormente, buscaban datos o
racionalizaciones que apoyaran su corazonada.
(Ann
Graham Ehringer, MAKE UP YOUR MIND,
Merritt Publishing, 1995).